Las dunas
Siempre vuelvo a esa playa.
Recorro esa carretera, a veces llorando, pinos de un verde radiante a ambos lados me llevan en volandas.
El cielo siempre azul claro, azul precioso, combinación perfecta con la imagen de la carretera, los pinos… y el recuerdo.
El recuerdo es poderoso, me va inundando irremediablemente cada vez que paso por allí.
Llego al mar, bajo por la duna que una vez tú me enseñaste, y el tiempo se vuelve circular.
Bajo corriendo la duna, inundada del olor a mar, del sol en la cara, y al fondo estás tú, pero ya no estás…
Me sumerjo en el mar de tu recuerdo y nos extraño amantes, desconocidos allí y aquí.
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